por el suelo compartido y las cosas comunes

A pesar de todos los espejismos y expectativas de algunos con la llegada a la presidencia de los Estados Unidos de un descendiente de afroamericanos, el carácter de clase de la política de la potencia imperial es, de momento, la que es. Sin movilización popular y partidos politicos de izquierda que las expresen -condiciones que han sido laminadas del panorama estadounidense hace años- es inviable una reforma sanitaria que asegure asistencia universal, gratuita en el momento del uso, independiente del nivel de renta,… Las aseguradoras que financiaron la campaña Obama (y sospecho que las demás) no van a entregar su negocio voluntariamente. Y no lo han hecho. Lo explica muy bien el investigador cubano y amigo entrañable Luis Carlos Silva en el texto adjunto: La reforma sanitaria en EEUU: crónica de una decepción.