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Archive for abril 2011

Vittorio nunca ha estado tan vivo como ahora

Lo haya asesinado quien lo haya asesinado (¿salafistas vinculados a Al-Qaida?), Vitorio era un militante antisionista e Israel es el principal beneficiario. ¿Se está enviando un aviso a los miles de hombres y mujeres que se preparan a participar en la segunda expedición «Rumbo a Gaza» a finales de mayo? Reproduzco aquí un conmovedor, pero firme, escrito de la madre de Vittorio publicado hoy en el diario italiano Il Manifesto y traducido por Gorka Larrabeiti.

Egidia Beretta Arrigoni
¿Hace falta morir para convertirse en héroe, para alcanzar la primera plana de los diarios, para que las televisiones se aposten delante de tu casa? ¿Hace falta morir para seguir siendo humanos? Me viene a la memoria el Vittorio de Navidades de 2005, encarcelado en la prisión del aeropuerto Ben Gurion, con cicatrices causadas por las esposas que le segaron las muñecas, sin contacto con el consulado porque se lo negaron, aquel juicio farsa. Recuerdo que en Pascua de ese mismo año cuando en la frontera jordana que está justo despúes de pasar el puente de Allenbay la policía israelí lo detuvo para impedirle entrar en Israel, lo metió en un autobús y  entre siete -una de ellos era una policía- lo pegaron «con arte», sin dejar señales externas, como buenos profesionales que son, tirándolo al suelo y dejándole en la cara, como última ofensa, el cabello que le habían arrancado pisándole con sus poderosas botas militares.Vittorio era un indeseable en Israel. Demasiado subversivo por haberse manifestado con su amigo Gabriel el año anterior junto a las mujeres y hombres de la aldea de Budrus contra el muro de la vergüenza, enseñándoles a cantar juntos nuestro canto partisano más bello: «O bella ciao, ciao…». No vi entonces televisiones; tampoco cuando en otoño de 2008 un comando asaltó el pesquero en que iba frente a la costa de Rafah, en aguas palestinas, y a Vittorio lo encerraron en Ramle y luego lo mandaron para casa en buzo y zapatillas. Está claro que ahora no puedo sino agradecer a la prensa y la televisión el que se hayan acercado de buenos modos, que se hayan «apostado» ante nuestra casa con respeto, sin excesos y me hayan brindado la oportunidad de hablar de Vittorio y de sus decisiones ideales.

Este hijo perdido, más vivo ahora que nunca, que como semilla en tierra se pudre y muere, dará frutos frondosos. Lo veo y lo siento en las palabras de sus amigos, sobre todo en las de los más jóvenes, algunos cercanos, otros lejanísimos que a través de Vittorio han conocido y entendido, aún más ahora, que se le puede dar un sentido a la «Utopía», que la sed de justicia y paz, la hermandad y solidaridad tienen todavía ciudadanía, y que, como decía Vittorio, «Palestina puede estar también en el umbral de casa». Estábamos lejos de Vittorio, pero más cerca que nunca. Como ahora, con esa presencia viva que se agiganta de hora en hora cual viento que desde Gaza, desde su amado mar Mediterráneo, soplando impetuoso nos entrega sus esperanzas y su amor por los que no tienen voz, por los débiles, los oprimidos, pasándonos el testigo. Sigamos siendo humanos. Restiamo umani.

Fuente: Il Manifesto, 17/4/2011, p. 1.

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Imágenes

Ayer, la periodista-presentadora de La 2 Noticias anunciaba en Facebook que abrirían su edición con la «imagen» de lo que podría ser el fin del conflicto en Costa de Marfil. No me coge de sorpresa, pero es expresivo de la cultura en que vivimos que los noticiarios no den «noticias» sino «imágenes». Hice un post rápido en Facebook que reproduzco: «La «noticia» ha sido sustituida por la «imagen» y ya nos quedamos tan anchos. Ya no hay relato, ni argumentación,… hay «imagen», como si una imagen pudiera dar cuenta de algo de lo que está pasando en Costa de Marfil o donde sea sin una narración que la acompañe… Ni los noticiarios progres se salvan.»

Hoy puedo decirlo, mejor, con Gunther Anders cuyo extraordinario libro «La obsolescencia del hombre» (2 vol. Ed Pre-Textos) acaba de ser editado en español: «…las imágenes, sobre todo cuando sofocan el mundo con su proliferación, a menudo conllevan el peligro de convertirse en aparatos de entontecimiento, porque, en cuanto imágenes y a diferencia de los textos, en el fondo no dejan ver ningún contexto, sino siempre únicamente trozos de mundo desgajado, o sea, que, mostrando el mundo, lo velan.»

Profético, Anders, allá a mediados de los 50.

 

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Desempleo, mortalidad y salud pública

A pesar de los empeños del discurso neoliberal, la realidad parece bastante tozuda y los desempleados mueren más y tienen peor salud. Las estructuras parecen mandar, pero el discurso  hegemónico continúa instalado en el paradigma individualista de las «elecciones libres del consumidor soberano», es decir, algo así como que los desempleados «eligen» peores estilos de vida y demás. Este artículo «Losing life and livelihood: A systematic review and meta-analysis of unemployment and all-cause mortality» (http://networkedblogs.com/gnf16) se inscribe en esa lógica llegando a una  llamativa, estrafalaria y preocupante conclusión:

«Public health initiatives could target unemployed persons for more aggressive cardiovascular screening and interventions aimed at reducing risk-taking behaviors.»

Así que ¡prepárense los parados! la solución no está en acabar con el paro (repartiendo el trabajo, por ejemplo) o, más allá, en abolir  el trabajo asalariado, sino en «intervenciones de salud pública más agresivas sobre los parados». Es decir, someterles a más estrictos cribados (screenings) de factores de riesgo (ya saben, tabaco, sedentarismo, colesterol, hipertensión,…). En fin, medicalizarlos más todavía, todo lo que haga falta, para no cuestionar un modelo socioeconómico que necesita crear un enorme ejército de reserva para disminuir el valor de la fuerza de trabajo y mantener los beneficios del capital.

Aunque no quede descartada, cada vez parece menos necesaria la violencia explícita de clase: con medios de comunicación e intervenciones médicas y de salud pública la domesticación de las clases populares está garantizada.